Recinto Abaluartado de Badajoz
El recinto abaluartado o amurallado de Badajoz fue construido a mediados del siglo XVII debido a las tensiones entre España y Portugal durante la Guerra de Restauración portuguesa.
La antigua muralla medieval había quedado algo anticuada por lo que sustituyó la muralla por una de muros más bajos y anchos que resistían mejor los disparos de cañón e introducían baluartes y semibaluartes, fuertes, puertas y un revellín.
El recinto amurallado contaba con ocho baluartes que todavía se conservan: el de San Vicente, el de San José, el de Santiago, el de San Juan, el de San Roque, el de Santa María, el de la Trinidad y el de San Pedro.
También se conservan los tres fuertes del recinto abaluartado: el de San Cristóbal, el de la Picuriña y el de Pardaleras (éste último desapareció al construirse en su lugar la Prisión Provincial en los años 50. Hoy en día alberga el MEIAC). El recinto también contaba con un fortín, el de las Cuestas, ya desaparecido.
Las cuatro puertas de acceso al recinto eran la Puerta de Palmas (cuya construcción es anterior al resto del recinto), la Puerta del Pilar, la Puerta de la Trinidad y la Puerta de Mérida.
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